martes, 14 de enero de 2014

Mi camino y su gente


Si la vida fuera una carrera, sería por etapas, y de la gente que te "acompaña" en cada etapa puedes esperar cualquier cosa.

En mi infancia, tuve un abuelo dulce y cariñoso, entrañable; un abuelo que fue mi monstruo, el verdugo de mi inocencia, gente que intentaba protegerme, gente que para intentar protegerse me hizo daño...


En la siguiente etapa, mi etapa de silencio, hubo gente que se fue cansando, ya no seguía mi ritmo, gente que yo evitaba que me alcanzará, no quería que viera de cerca, no quería que me pudiera ver de verdad.


Pero llego a esta nueva etapa, mi sanación. He roto el silencio, ya no huyo de la gente que intenta verme, que intenta ver quien soy, no sin miedo; aun me asusta, me asusta la posibilidad de que como en el pasado, me hagan daño. Pero voy despacio... guardando aliento por si tengo que responder a un nuevo ataque, a un nuevo desprecio.
A esta etapa, no llego  mi padre, se rindió, se canso, simplemente se quedo atrás y yo ya gaste demasiados esfuerzos en intentar retenerle a mi lado en el camino.


Estoy en un momento en que noto que a mi madre, la que me dio el primer empujón en esta etapa se esta quedando atrás, de momento tendí mi mano, pero me asusta pensar que no pueda con las dos que me agote y me haga perder el paso. Pero me resulta duro pensar que quizá por llevar mayor ritmo, me vea en algún momento arrastrándola, pudiéndola hacerla daño....

Si la vida fuera una carrera por etapas en un estrecho camino, sería así de forma resumida. Pero no es así de llano, plano y fácil...

Mi madre cuando al fin se tuvo que dar de bruces con que lo que pensaba que se podría olvidar, no lo conseguí, y que al contrario de evitarme el dolor que ella pensaba que podría, ese dolor se enquisto y fue creciendo hasta que explotó. Ella, incluso en contra de su forma de ser y/o pensar me llevo de la mano en busca de la ayuda que necesitaba.


Mi madre no cree en psicólogos, mi madre es de esas personas que piensa que todo se puede cargar a la espalda y que en algún momento lo soltaras y dejarás atrás sin darte cuenta; pero aún así vio que yo no lo solté que solo se quedo en mi espalda pesándome cada vez más y que necesitaba ayuda con ello.

Miro atrás y en poco más de 3 meses he avanzado tanto.... con altibajos, he sufrido parones muy complicados, mucho más de lo que esperaba, pero lo que no esperaba es que esos momentos en los que me hundo, resurjo de nuevo no solo con fuerzas renovadas, si no con más fuerza, mis pasos son mayores.

Y me veo en un punto en que noto que quizá si no me aparto o relentizo lo que creo que necesito, la haga daño, y no quiero, pero no se como evitarlo, no sé si pueda evitarlo, me da miedo que si me paro en lo que voy viendo que necesito, en lo que me demuestro que puedo con ello, me estanque, o peor me aterra poder volver atrás.


Aún no soy capaz de "enfrentarme" o mostrarme a seres cercanos, a la familia por parte de mi abusador, me da miedo, son gente que me importa y me asusta que no pueda con reacciones que otra generación, sus padres tuvieron. Sé que aún no he llegado a un punto en que pueda enfrentarme a ello.

Pero me quite la culpa, me quité parte de la vergüenza, el correo que agregue en la primera entrada esta firmado con un nombre de pila en origen, un nombre común, un nombre que tiene muchísima gente.

Mi pasado no lo puedo cambiar, pero quiero al menos que pueda ser útil en lo que pueda para otros, sonará altruista pero lo necesito de forma egoísta, necesito que de algo malo pueda pensar que lo ayudo en convertir en algo positivo, lo hago por mi.

Para hacerlo útil necesito de conocidos de mi madre, cuando vi su reacción, la ofrecí quitar el nombre de pila, a ella la llegan tantos mail de diversos temas que no se extrañaría nadie. Pero en mis adentros, me molestaba que ella no fuera capaz de dar ese paso de dar la cara, al que le arrastraba mi necesidad de poder hacerlo.

Con el nombre se lo envío a una única persona, esperando su reacción quedo el asunto parado.

Al comentarla el blog,ha despertado mil alarmas y mil miedos en mi. "¿No vas demasiado deprisa?" Esa ha sido su reacción, tras hacerla ver, que aquí, os confieso mis secretos, pero sin confesar quien soy, que en el correo, apenas confieso y con el nombre de pila, si da al rumor, pero no a la afirmación.

Me asaltan mil dudas, ella se justificó diciendo que aún no esta preparada a nivel información ni emocional para respuestas "frías" y frívolas que pueda suscitar el email. Y en lo demás a que quizá me estoy exponiendo más de lo que soy capaz de asumir.

Pero he medido mucho las formas, he medido mucho en cuando a que me puedo llegar a enfrentar, no voy deprisa para mí, voy deprisa para ella.


No sé si se avergüenza, de las reacciones que no supo que se podían tener en el momento, pero de vez en cuando me viene el diablillo al hombro que me dice, que la averguenza que me relacionen y la relacionen con algo así, con los ASI, y en ese momento, se me despierta una punzada de dolor en el corazón.

Sé que mi historia la arrastra, que en el fondo la asusta que la escupan culpas como "¿Como pudiste no darte cuenta?" Ya se lo han dicho una vez, ella se intentó convencer de que sabe que no la tiene y yo la recordé que no la culpo, que no podría.

Pero yo necesito avanzar, seguir quitándome peso de mi espalda y no se cuanto podré esperar a conciliar su ritmo con el mio, cuando eso me hará daño. Y no se sí me asusta más el no ser capaz de frenarme por ella y arrastrarla o las consecuencias que pueda tener para mi frenarme.

Como tirita a un problema que amenaza, después de pensar tanto en "Mi Ángel" me decidí a sincerarme con dos personas de las que "huí" dentro de mi crisis. Dos personas específicas de las que no esperaba una respuesta dañina, a las que "Mi Ángel", le gustaría que no renunciará.
No me desilusionaron y una de ellas, me sorprendió de lo más gratamente, además con de con una sinceridad sobre sus pensamientos que fue como una bocanada de aire fresco.

Siento que estoy jugando a juegos malabares y que quizá tenga que resignarme a perder alguna pelota, pero me da miedo y se me levanta la duda de si será una pelota imprescindible para mantener el juego. Igual que me asusta que al bajar el ritmo todo se me desmorone.



En mi camino hay unas cuestas difíciles, que en un momento se te hacen imposibles, pero cuando llegas arriba, con mucho dolor o con el empujón de alguien, es asombroso el paisaje, me ilusiono y con la cuesta abajo cojo impulso, pero no he de olvidar la otra montaña que puede estar delante. 

Esto me lo digo como recordatorio, he tenido bajones, muy hondos, sé que me esperan otras y me esfuerzo por recordarme que aún así puedo seguir y que es solo un bache en el camino, no el fin de este.

Pero ahí llega el como arrastrar a alguien más de lo que ella pueda aguantar, más cuando ese alguien es el que ha estado tirando de ti cuando tu no tenias fuerzas, cuando estabas en el bache, cuando veías la montaña como un imposible. Cuando una piedra te hizo caer.

Nos lo decimos una y otra vez, nuestro camino no es fácil, nuestro camino duele, pero lo complicado es tener que administrar el dolor.

He hablado tantas veces con compañeras en mi camino de nuestras familias, de nuestro entorno... de su confusión, sus reacciones, sus miedos, las desilusiones y las agradables sorpresas que nos dan.

Me encantaría poder hacer una ruta, para no perder a la gente en mi camino, para no poder hacerla daño en el....

Y quizá lo mejor sea dejar mi desvarió, empecé esta entrada queriendo hablar un tema concreto, pero al final me acabe liando con un asunto que me esta preocupando especialmente hoy. Aún así ahí lo dejo, porque sé que esto se puede repetir, que los tiempos que mis necesidades marcan y las de mi entorno no coincidan; que algún día esto me sirva. Y si no que sirva a otro.


2 comentarios:

  1. Excelente entrada... Te apoyo y te entiendo. Aquí está mi mano para apoyarte y ayudarte. Tómala, no te voy a soltar...

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  2. Muchas gracias Anmagoca, gracias por gastar un poquito de tu tiempo en leerme.
    Me sorprende que te guste la entrada, creo que me perdí en mis desvarios.
    Sé que me entiendes, despues de todo.
    Un abrazo de una amiga

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